¿Qué tan correcto es usar laxante?

Con la alimentación que tenemos actualmente es muy común tener dentro de nuestra dieta alimentos que están muy publicitados por su fácil acceso, por la comercialización y por lo ricos que son. Muchos de éstos alimentos son alimentos que entorpecen el proceso digestivo; las pastas, el, pan blanco, el helado y las carnes rojas, son sólo algunos de los alimentos que están en la lista negra de productos que provocan el extreñimiento.

De hecho la digestión comienza en la boca donde los alimentos se mastican y se mezclan con la saliva que contiene enzimas que inician el proceso químico de la digestión, formándose el bolo alimenticio.

  1. La comida es comprimida y dirigida desde la boca hacia el esófago mediante la deglución, y del esófago al estómago, donde los alimentos son mezclados con ácido clorhídrico que los descompone, sobre todo, a las proteínas desnaturalizándolas. El bolo alimenticio se transforma en quimo.
  2. Debido a los cambios de acidez (pH) en los distintos tramos del tubo digestivo, se activan o desactivan diferentes enzimas que descomponen los alimentos.
  3. En el intestino delgado el quimo, gracias a la bilis secretada por el hígado, favorece la emulsión de las grasas y gracias a las lipasas de la secreción pancreática se produce su degradación a ácidos grasos y glicerina. Además, el jugo pancreático contiene proteasas y amilasas que actúan sobre proteínas y glúcidos. La mayoría de los nutrientes se absorben en el intestino delgado. Toda esta mezcla constituye ahora el quilo.
  4. El final de la digestión es la acumulación del quilo en el intestino grueso donde se absorbe el agua y posteriormente defecar las heces.

Para tener una buena digestión hay que considerar varios puntos:

Primeramente consumir alimentos ricos en fibra.

Masticar bien los alimentos antes de tragarlos.

Tomar mucha agua.

Evitar consumir harinas, arroz blanco, alcohol, frituras entre otros.

Las temperaturas extremas irritan las mucosas digestivas, por lo tanto, no consuma las comidas ni muy frías ni muy calientes.

Realizar 3 comidas diarias y hacer colaciones sanas entre comida.

Lo mejor es llevar una buena alimentación para evitar caer en la tentación de los laxantes ya que tanto orales como rectales vienen en diferentes presentaciones, con diferentes ingredientes. El fosfato sódico utilizado en algunos productos pertenece a una clase de medicamentos laxantes salinos. Esta clase de laxantes estimula la evacuación atrayendo agua al intestino, lo cual ablanda las heces y facilita su paso.

Los productos laxantes que contienen fosfato sódico se comercializan con la marca “Fleet”, y también las bajo marcas de las tiendas y como productos genéricos. Todos ellos están potencialmente relacionados con efectos secundarios graves, tales como la deshidratación o niveles anormales de electrolitos en la sangre que pueden acarrear complicaciones serias, tales como daño renal y, en ocasiones, la muerte.

Las terminaciones nerviosas del colon se van adormeciendo, por lo que ya no se generarán las señales que indican al cerebro cuándo es el momento de defecar. Otras consecuencias del uso abusivo de laxantes son: el dolor constante de vientre, diarrea, náuseas, vómitos o flatulencias incontrolables. Los laxantes provocan desnutrición, ya que el proceso lleva a desechar los alimentos de manera prematura sin extraer los nutrientes. Además de provocar intestino perezoso.

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